martes, 12 de enero de 2021

El Saqueo de Roma de 1527

 El saqueo de Roma del año 1527 fue un asalto lanzado hacia la ciudad por las tropas imperiales de Carlos I de España y V de Alemania, esto como represalia tras unirse al bando enemigo en la guerra con Francia junto a los Estados italianos del norte de la península.

La campaña en un primer momento resultó desfavorable para el bando imperial, pero tras la toma de la ciudad de Milán, el ejército se hizo con el control del norte de Italia y venció en diversas batallas al ejército francés, a pesar de que la contienda estaba resultando hasta el momento propicia para el emperador Carlos, en el campo de batalla los soldados del ejército se estaban amotinando contra el comandante Carlos III duque de Borbón, debido a que en las arcas reales no habían fondos disponibles como para pagarles el sueldo, por lo que las tropas obligaron a su capataz poner rumbo a Roma, la ciudad más rica de toda la Península Itálica, para así saquearla y sacar dinero para pagar a las levas; esta decisión, acabaría costándole la vida al propio comandante Carlos III.

Tras varios saqueos menores anteriormente producidos las tropas imperiales llegaron a las murallas de Roma el 5 de Mayo de 1527.  Las tropas reales, con su abrumadora mayoría numérica, acabaron consiguiendo saquear la ciudad entera, aunque este hecho no hizo que cayesen en el olvido las muertes de los soldados que, por su devoción. protegieron la ciudad santa con sus propias vidas. El acto más recordado fue el de 189 Guardias Suizos, unos piqueros de élite, los cuales dieron en su mayoría sus vidas para conseguir ganar tiempo y que el papa Clemente VII lograse escapar de la ciudad.

Las repercusiones de lo ocurrido fueron como es de esperar importantes, el emperador Carlos pidió disculpas al Papa Clemente por lo ocurrido y por la subordinación se sus soldados, y en memoria de los fallecidos, se vistió de luto durante tiempo después, el papa, por su parte, tras este acto intentó tomar sus decisiones de manera que nunca pudiesen llegar a molestar al monarca imperial.

Culturalmente este ello marcó el fin del Renacimiento, y hizo que se perdiesen multitud de obras que se guardaban en la Basílica de San Pedro y otras edificaciones.


Como curiosidad, por la gesta de sacrificio que protagonizaron los 189 piqueros suizos antes mencionados el 6 de Mayo actualmente los piqueros suizos actuales hacen juramento ese mismo día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario