Hola, buen domingo, en esta entrada se va a hablar sobre cómo se desarrolló el proceso de conquista de la península ibérica por parte del Imperio Romano.
El proceso de conquista tuvo una larga duración, desde finales del siglo III a. C, hasta finales del siglo I a.C. El Imperio Romano se esforzó tanto en conseguir la península debido a que esta tenía variadas minas de cobre e hierro las cuales supondrían grandes beneficios económicos para la metrópoli. La conquista se puede dividir en cuatro fases:
La primera fase se basa en la conquista del este y el sur del territorio; es decir, los territorios costeros de Valencia, Cataluña, Murcia y gran parte de Andalucía. De esta conquista destaca la toma de Cartago Nova, actual Cartagena, en Murcia, una de las ciudades más importantes pertenecientes a Cartago.
La segunda fase llevó consigo la conquista del interior de la península, conquistando consigo el alto Ebro y la Meseta Oriental. Con estas conquistas se crearon dos zonas administrativas distintas: Citerior, al norte, y Ulterior, al sur.
La tercera fase se caracteriza por dos grandes guerras, las guerras lusitanas y las guerras celtíberas, estas guerras se produjeron por la resistencia que opusieron a la conquista las tribus peninsulares, el sitio más conocido que se hizo durante esta fase fue el sitio de Numancia. Poco tiempo después de estas guerras se conquistaron las Islas islas Baleares.
La Cuarta y última fase se basa en las guerras cántabras, donde los romanos tuvieron que hacer un gran esfuerzo para doblegar a los cántabros y los satures en las montañas del norte de la actual España.
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