Las Luchas entre Carlos V y el Imperio Otomano

 Al emperador Carlos V, le coincidió el reinado con el de uno de los mayores emperadores otomanos, Solimán el Magnífico, el cual en 1526 inició una gran ataque contra Hungría, y posteriormente contra Austria, pero a pesar de las peticiones por parte de la dinastía Habsburgo oriental por aportar tropas defensoras, Carlos V siempre se mostró reacio a las propuestas, hasta que se dio cuenta de que no podía dejar esa zona tan desprotegida, por lo cual le delegó la responsabilidad a su hermano Fernando, al cual le dio sus posesiones familiares orientales y lo convirtió en archiduque de Austria.

En 1529, el emperador borgoñón ya se dio cuenta de que tenía que reaccionar, debido a que la fuerza turca ya estaba sitiando Viena, y la victoria en la contienda podía suponer un gran desequilibrio en el poder de Europa. En 1532 Carlos V al fin logró organizar un ejército de Alemania en el que se encontraban sus mejores generales, como Antonio de Leyva y el marqués de Vasto. Junto con la ayuda de las tropas sociales se consiguió hacer retroceder a los otomanos, y así frenar su avance en tierras europeas, pero al rey Carlos todavía la quedaría otro enfrentamiento contra ellos, esta vez en terreno de oleaje, el mar Mediterráneo.

Extensión del Imperio Otomano en 1820, previamente de intentar asediar Viena

Esta serie de enfrentamiento que se dieron lugar por el control del Mar Mediterráneo empezaron a producirse tras la conquista de la Isla de Rodas, la base de los Caballeros Hospitalarios, en 1522, desde esta isla, el emperador otomano planearía junto con su más poderoso vasallo, el capitán Barbarroja, el pirata más sangriento del Mediterráneo y del Norte de África, estos hechos, y la incorporación anterior del Estado de Argel al Imperio Otomano, hicieron que Carlos, temiéndose que en los saqueos hacia sus costas los moriscos que todavía seguían profesando el Islam se uniesen a la causa extranjera, extendió el Decreto de conversión o expulsión también a Valencia, lo cual hizo que muchos musulmanes tuviesen que emigrar.

Durante todo el conflicto Carlos V llevó una gran desventaja, la cual era que no tenía la suficiente materia prima como para igualar las fuerzas navales otomanas, lo cual hizo que sus operaciones siempre se viesen limitadas, aunque caben destacar la Toma de Túnez, en donde se asentaría para tener un mayor control sobre el Mediterráneo y Argelia, y el Desastre de Argelia, en donde intentó desembarcar y tomar la ciudad pero las tropas no pudieron y tuvieron que volver a embarcar retirándose.

Finalmente este conflicto quedaría en un punto muerto, debido a que ninguna de las dos potencias tenían la suficiente fuerza como para lograr sus objetivos, por parte del sultán otomano, este quería desviar sus esfuerzos para tomar Persia, además de que no podía conseguir la hegemonía en el Mediterráneo Occidental por causas logística y de esfuerzos europeos, y por parte de Carlos V, estaba en guerra con Francia por lo que no se podía permitir el lujo de tener gastos innecesarios, como proseguir una guerra ciertamente perdida contra las fuerzas otomanas.

Fuentes: Los Austrias 1516-1700, de John Lynch.